El festival Starlite se ha superado cada año de manera exponencial en todos los aspectos, tanto en repercusión mediática como en asistentes e impacto económico Desde aquel 2012, el techo de cada año se ha convertido en el suelo del siguiente. Sin embargo, esta edición ha significado la reinvención más difícil por las limitaciones y el escaso margen de maniobra con necesidad de aplicar un plan de seguridad muy estricto. Un complejo montaje que transforma el verano de Marbella, una locura que solo han sido capaces de hacer su marido, Ignacio Maluquer y ella, según Sandra García-Sanjuán.
¿Qué le ha hecho creer en Starlite 2020 dentro del complicado escenario que viven los destinos turísticos?
Starlite es un destino en sí mismo que llevamos construyendo ya 9 años, tiempo durante el cual vas haciéndote con un público fiel y una marca que cuidar. Con este bagaje a nuestras espaldas, sentíamos que teníamos la responsabilidad de volver a subir a los artistas a los escenarios para que vuelvan a ilusionar, a motivar, a dar esperanza. También pensábamos en los más de mil empleados que trabajan con nosotros cada edición, porque para mucha gente somos el balón de oxígeno con el que respiran durante todo el año para mantener a sus familias.
Lo mismo ocurre en el caso de la Gala Starlite. Contamos con muchos proyectos sociales que esperan los fondos que cada año les aporta la Fundación Starlite, proyectos que están en marcha y que no podíamos aparcarlos ni abandonar a las personas que dependen de nuestras aportaciones: enfermos de cáncer, familias con escasos recursos, niños que no podrían estudiar un año…
Debíamos dar la talla, estar a la altura aunque perdamos más haciendo el festival que cancelándolo. Los riesgos son mayores celebrándolo, pero teníamos que dar un paso al frente y asumir el reto que supone liderar la vuelta de la música en vivo; por supuesto con un Plan de Seguridad muy estricto y una responsabilidad extrema, pero siempre dando un paso al frente.
¿Considera que ha contado con el apoyo y la confianza de las administraciones para sacar adelante el festival en esta edición?
Acabamos de conocer la nueva normativa de la Junta de Andalucía. Entiendo que para esta administración lo fácil habría sido actuar con miedo, como están actuando otras comunidades en las que se opta por cancelar. Es muy difícil el equilibrio entre salud pública, protección y economía; pero aunque el camino más fácil quizá sea anular todo para evitar riesgos, creo que no es lo más responsable para con la industria y el público. Es por ello que considero que la Junta ha actuado de manera responsable y midiendo mucho las consecuencias sin perder el equilibrio.
¿Qué ha supuesto la reestructuración de la ambiciosa programación prevista para este año?
El hecho de que los artistas internacionales tuvieran que aplazarse hasta la edición de 2021 ha supuesto un esfuerzo titánico para todo el equipo, porque hemos tenido que recolocar los que sí están el cartel y adaptar la estructura a todos los niveles. Finalmente, la programación es prácticamente la misma, pero a costa de un sacrificio enorme. Desde el punto de vista del montaje y la producción del festival, este año hemos dividido a la mitad la duración y también el aforo en cada concierto. Imagínate lo que supone en cuestión de amortización de costes.
Usted y su marido se fijaron desde un primer momento en las posibilidades acústicas que ofrecía la cantera de Nagüeles, pero ¿Realmente compensa un montaje tan costoso año tras año?
Lo cierto es que es una locura, por eso somos los únicos que estamos haciendo algo así. La Cantera tiene una acústica extraordinaria y el sitio es maravilloso, eso es incuestionable, pero la realidad es que antes de Starlite todo esto era un vertedero y tuvimos que ponernos manos a la obra para limpiar, establecer las canalizaciones, subir la electricidad… En fin, un esfuerzo muy grande.
¿Tiene ofertas de otros lugares para celebrar Starlite?
Nos han llegado ofertas de muchas partes del mundo.
¿Cómo definiría la evolución del festival desde aquel 2012?
Como un crecimiento exponencial. Cada año nos superamos en todos los aspectos: tanto en repercusión mediática como número de asistentes, impacto económico, nacionalidades de procedencia de los asistentes, etcétera.
¿La marca Starlite se ha consolidado conforme a sus previsiones?
Teníamos expectativas muy altas, porque si no apuntas a la Luna, no vas a ver nunca las estrellas. Siempre dijimos que a partir del cuarto año empezaríamos toda la odisea internacional. Con el paso del tiempo hemos traído artistas más potentes, hemos ampliado la duración, buscando sorprender a la audiencia… El techo de cada año, es el suelo del siguiente. Sin embargo, esta edición ha significado la reinvención más difícil por las limitaciones y el escaso margen de maniobra.
¿Cómo convence a aquellos artistas que actúen ante un público multitudinario, que lo hagan ante 3.000 personas?
Muchos de estos artistas que mencionas son amigos personales, pues he trabajado como promotora con artistas por todo el mundo. Me conocen desde hace años y a la confianza que nos tenemos se suma el prestigio de la marca Starlite. Los primeros años quizás vinieron más por la relación interpersonal, pero estamos en el punto en el que los artistas quieren venir y se ajustan a la agenda de Starlite. No obstante, siempre es un esfuerzo muy grande conseguir que los números salgan cubriendo con sponsors, oferta de comida y bebida, el horario, etc.
¿La gala de Starlite ha cumplido el objetivo de convertirse en referente de proyecto social o en la alfombra roja del verano de Marbella que todos esperan?
La Gala Starlite ha cumplido lo más importante, es decir, el objetivo que nos marcamos Antonio Banderas y yo. Ese objetivo no era otro que sacar adelante unos proyectos y aumentar cada año la aportación que entregamos. Por eso, este año seguimos adelante. Porque si paras, lo que llevas construido se destruye. Cada año seguimos haciendo más proyectos, como la Fundación Niños en Alegría, la cual la arranqué hace 20 años junto a mi mejor amiga, o la Fundación de Antonio Banderas, de donde un gran porcentaje de los fondos son gracias a la aportación de Starlite.
¿Qué le pide a Marbella para que Starlite siga celebrándose?
A Marbella y a cualquier administración u organismo público le pido lo mismo. Que entiendan el esfuerzo y sacrificio que conlleva poner un festival de esta envergadura en marcha, así como la ventaja que supone contar con una empresa privada que esté financiando estos proyectos culturales que normalmente se consiguen levantar con subvenciones públicas. Por no hablar del beneficio en lo económico que genera para la zona y el destino.
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